viernes, 5 de febrero de 2016

CAMBIOS EDUCATIVOS EN LA HISTORIA RECIENTE DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA

Retornos Nº 14
Revista de Historia y Ciencias Sociales
La Paz, diciembre de 2014




CAMBIOS EDUCATIVOS EN LA HISTORIA RECIENTE
DEL ESTADO  PLURINACIONAL DE  BOLIVIA
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Ramiro Fernández Quisbert
Instituto de Investigaciones Historicas
Carrera de Historia
Universidad Mayor de San Andrés
(La Paz, Bolivia)
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Introducción
            Estudiar la educación como parte del proceso de socialización que vivimos los individuos, es una tarea compleja, mucho más aún si pretendemos tratarla con el método histórico que nos ubica a los fenómenos educativos en el decurso del tiempo histórico. De hecho se puede tener muchas miradas al respecto de los procesos educativos. Partir desde su perspectiva familiar-comunal cotidiana o desde los centros educativos donde se hace un tratamiento sistemático del conocimiento adquirido por la humanidad, muchas veces cuando se piensa en ello, se hace un recuento cronológico de la legislación educativa, donde el eje de la historia es la promulgación de los decretos y leyes educativas. Por otra parte, se la mira en cuanto a su capacidad de cobertura social, inclusión, exclusión, tema relevante cuando se habla de privilegios que hace la escuela en su ejercicio, en otros casos, más bien interesan aspectos administrativos financiero-estructurales, pero también temas teórico-conceptual, ideológico-culturales que hacen parte importante de la definición en cuanto a su organización curricular, contenidos educativos e introducción de nuevas técnicas, estrategias educativas e introducción de nuevas tecnologías.
            En este caso, nos interesa saber cómo ha sido, la relación del sistema educativo con el Estado, las políticas educativas hacia la población y sus vínculos con los procesos políticos.
            Desde la teoría política hemos llegado a comprender que la educación hace parte de los aparatos del Estado, en este caso del aparato ideológico,[1] lo que significa que se halla ligada a las dinámicas de poder internas o externas del propio estado, pero además que a través de ellas, se manifiestan las fuerzas hegemónicas dominantes en contra de los grupos dominados, como dice Gramsci, existe una escuela oligárquica y una escuela democrática:

"La escuela tradicional era oligárquica porque estaba destinada a la nueva generación de los grupos dirigentes, la cual estaba destinada, a su vez, a convertirse en dirigente; pero no era oligárquica por su sistema de enseñanza. Lo que caracteriza socialmente a un tipo de escuela no es la adquisición de actitudes de dirección ni la tendencia a formar seres humanos superiores. La característica social viene dada por el hecho de que cada grupo social tiene un tipo de escuela propio, destinado a perpetuar en estos estratos una determinada función tradicional, dirigente o instrumental. Si queremos romper esta trama, no hemos de multiplicar y graduar los tipos de escuela profesional, sino crear un tipo único de escuela preparatoria (elemental-media) que lleve al niño hasta el umbral mismo de la elección profesional y, a la vez, lo forme como persona capaz de pensar, de estudiar, de dirigir o de controlar a los que dirigen".[2]
Evidentemente la educación tiene un nexo con el poder y con el Estado, para Gramsci la multiplicación de los tipos de escuela profesional tiende a eternizar las diferencias tradicionales, pero tiende también a suscitar estratificaciones internas en estas diferencias; por ello da la impresión de una tendencia democrática. La escuela crea diferencias, por ejemplo, entre el peón y el obrero cualificado, entre el campesino y el geómetra o el agrónomo subalterno, este mismo aspecto visto desde otra óptica por Pierre Bordieu nos permite comprender que la educación es un campo de poder,[3] donde se disputan intereses de clase o casta, abierta lucha ideológica, pero además un terreno fértil donde se desarrolla el capital simbólico de los sectores dominantes y los dominados. En este ámbito cabe señalar la atención a Políticas educativas colonizadoras, civilizadoras, homogeneizadoras, asimiladoras, impuestas a los indígenas en Latinoamérica y desde luego en Bolivia, desde la invasión hasta nuestros días.  
Estos temas se hallan en el ojo de la tormenta del debate educativo, de ahí que se hace necesaria una reflexión de la relación Estado-educación en Bolivia, mucho más en el actual proceso de cambio, que es el más significativo de este tiempo histórico sólo equiparable al proceso revolucionario de 1952.
Estado boliviano y educación
            La crisis colonial en Charcas, (territorio del otrora Kollasuyu prehispánico),  anunció el advenimiento de otro tipo de sociedad, una sociedad más equitativa y justa, ya que en la lucha por destruir el yugo español, habían participado diversos grupos sociales en pos del respeto a sus derechos,[4] sin embargo, con la creación de la república, la carta magna de 1826 dio vida al Estado Boliviano, que estableció una nueva estructura social basada en la exclusión de sectores mayoritarios importantes de la sociedad.
            En la nueva constitución política del Estado ya la educación jugaba un papel de importancia, los combatientes de aquella hora estaban conscientes del rol de la educación en el avance o estancamiento del país, ya en medio de los  debates entre   proteccionismo y librecambio,  se pretendía fortalecer la educación ciudadana, con el triunfo liberal de fines de siglo XIX, este proceso se consolidó, como menciona Greby U. Rioja:
“La política educativa en Bolivia se encargaron de construir una ininteligible estructura  de exclusiones distinguiendo tipos de ciudadanos, y marginando completamente a los no ciudadanos /…/ las mujeres a quienes no se les          reconocía sus derechos a participar en actividades políticas y               administrativas”.[5]
Ante semejante discriminación de género, de etnia y cultura, hubo serios intentos de avance en la educación, a través de políticas estatales y en favor de sectores marginados, muestra de ello fue la labor del célebre Modesto Omiste, que en Potosí encaró reformas innovadoras.[6] 
            Emergió el Estado Liberal, que pese a los avatares se mantuvo de 1900-1952. El sistema liberal basado en la propiedad privada, favorecía a todas luces, a los dueños de minas y los señores hacendados, que iniciaron un proceso de modernización del país y que también puso énfasis en la educación habiendo traído a la misión belga, la misma que dio las bases ideológicas de la educación en la primera mitad del siglo XX.[7]
            De la crisis general del sistema político después de la guerra del Chaco, se entró en una gran hecatombe social que sólo concluyó con la revolución del 52. La emergencia de los mineros y campesinos, estableció el nuevo modelo de  capitalismo de estado, sustentado en los pilares de la nacionalización de las minas, reforma agraria, voto universal y la reforma educativa de 1955.[8]
            Este modelo educativo pese a los parches puestos por las dictaduras y el proceso educativo del gobierno de la Unidad Democrática Popular (UDP), se mantuvo en sus líneas generales, aunque en muchos rasgos deformada. Un significativo avance, se dio entre 1982-1985, gracias a la apertura democrática y la implementación de políticas favorables a las mayorías indígenas-populares, con el programa de alfabetización llevada a cabo por el Servicio Nacional de Alfabetización Popular (SENALEP), ampliándose las propuestas del propio magisterio y las universidades, sin embargo, fue la hiperinflación galopante la que se encargó de liquidar todo posible cambio significativo y la desubicación de los planteamientos de las organizaciones sociales que se encargaron de enterrar su propio proyecto político, algo a lo ya que estamos acostumbrados los bolivianos.
            En 1985 este modelo fue desmontado y se inició un ajuste estructural, a través del DS. 21060, que introdujo un modelo neoliberal, basado en el librecambio, la libre competencia, la flexibilidad laboral, que privatizó y capitalizó las empresas públicas, relocalizó 20.000 mineros y cerró las minas, vendió la Empresa Nacional de Ferrocarriles (ENFE), la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), entre otras. En 20 años de vigencia en las que se intercalaron en la administración del Estado Boliviano, los partidos Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Movimiento de Izquierda revolucionaria (MIR) y Acción Demócrata Nacionalista (ADN), en alianza con otras fuerzas menores, que hizo crisis desde los años 2000. Con la guerra del agua, donde se expulsó una transnacional de agua en Cochabamba y luego la guerra del gas donde se derrotó al gobierno de Sánchez de Lozada. Como parte de este proceso también se dictó una ley de Reforma Educativa la 1565, implementando un modelo educativo basado en el constructivismo, con el apoyo de la UNESCO y como parte del paquete de ajuste estructural.
            Con la llegada de Evo Morales al gobierno se dio impulso al modelo económico de socialismo-comunitario, según Álvaro García Linera, un modelo basado en las raíces democráticas de inclusión del pueblo que generó un cambio movilizado y que pudo hacer que incluso se cambie la constitución política del Estado y paulatinamente se de un potenciamiento de la economía social y comunitaria.[9]
            Con estos antecedentes históricos de contexto, la pregunta que nos formulamos para investigar debería apuntar a explicar ¿qué cambios significativos experimentó en todo el proceso histórico reciente la educación?, para llegar a comprender este proceso más adelante desarrollamos aspectos fundamentales de la historia de la educación de los últimos años de fines del siglo XX y principios del siglo XXI.
Antecedentes de las reformas educativas
            En Bolivia, como dijimos anteriormente, los procesos educativos, tuvieron estrecha relación con los cambios de políticas socioeconómicas del Estado. Así en el siglo XIX, con el proceso independentista se introdujeron los primeros cambios, la educación influida por el pensamiento pedagógico de J.J. Rousseau contenido en su libro El Emilio, influyó en los planteamientos de Simón Rodríguez que intentó generar un cambio de la educación eclesiástica colonial basada en el Tribium y el Cuatribium, implementada por jesuitas y franciscanos en escuelas, colegios y universidades.[10] Planteamiento que fue frenado por el conservadurismo, que no dejó desarrollar una educación laica, donde la educación actúa al margen de la tuición de la iglesia católica.
            Según Suárez Arnéz sólo llega este cambio a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, con Juan Misael Saracho, el plan Sánchez Bustamante de 1908, con Modesto Omiste que hizo cambios en la educación de Potosí, y con la creación de las escuelas ambulantes y la acción fructífera de la Misión Belga dirigida por George Rouma.[11]
            En el siglo XX, a partir de esa búsqueda incesante en Europa y América de la comisión impulsada por el Ministerio de Educación, Misael Saracho y Sánchez Bustamante, se dio la creación de la Normal de docentes de Sucre, donde se dio la experiencia educativa más relevante que fue la propiciada por la Misión Belga dirigida por George Rouma, la misma que fortaleció los centros de formación de docentes,[12] la Normal de La Paz, las normales rurales. Otra vertiente de experiencias en educación, fue la que propiciaron la educación indígena, las más significativas, la de Eduardo Nina Quispe[13] y de Warisata, liderada por Elizardo Pérez y Avelino Siñani, que intentaron democratizar la educación,[14] para indígenas del campo y las ciudades. Otro momento histórico de la educación se inicia con el Estatuto Sánchez Bustamante que se promulgo en los años 1930, estableciendo como actos importantes la autonomía universitaria y la creación de una escuela de indígenas en Miraflores,  muy criticada por Elizardo Pérez.[15]
            Después de la guerra del Chaco la lucha por la educación fue mucha más intensa, Roberto Choque al respecto de la educación indígena sostiene que este fue un planteamiento constante de los movimientos indígenas, que estuvo presente en el sexenio y luego como propuesta principal de la revolución de 1952.[16] Es bueno también anotar en este proceso las experiencias educativas adventistas que contribuyeron significativamente para abrir el tema educativo en el país en la primera mitad del siglo XX.[17]
            La reforma educativa nacionalista se dio con la promulgación del Código de la Educación Boliviana, la misma se abre a la educación universal, democrática que permite el ingreso a las escuelas de todos los sectores sociales, por lo menos como posibilidad legal que paulatinamente engarza el desarrollo de la escuela pública tanto en el campo y las ciudades.[18] El nuevo régimen impulsado por las circunstancias tuvo que tomar las siguientes medidas históricas: nacionalización de las minas, reforma agraria, voto universal, en el orden socioeconómico.
            En cuanto a la educación en 1953 se nombró Ministro de Educación y Cultura a  Fernando Iturralde Chinel, como Director del Instituto de Investigaciones Pedagógicas al Prof. Guido Villagómez. Fueron éstos en sendas discusiones del momento y compelidos por las circunstancias los que debían enfrentar los grandes cambios que el momento requería, sin embargo, no se podía improvisar los cambios en el aspecto educativo, lo que los llevó a plantear la formación de una comisión de alto nivel para estudiar una posible reforma educativa.
            En esta comisión  debían estar especialistas en la materia así como intelectuales de distintas ramas del saber, fue convocado para este fin el reconocido escritor Fernando Diez de Medina y otras nueve personas más, que  a lo largo de dos años prepararon el documento que vio la luz el 20 de enero 1955, bajo el título de Código de la Educación Boliviana. En ese momento, se hallaba como Ministro de Educación, Federico Alvarez Plata, un militante del MNR que fue un organizador de sindicatos en el área rural. El 9 de abril de 1956, es posesionado como Ministro de Educación y Cultura, Fernando Diez de Medina, apoyado como oficial mayor del ministerio el Prof. Humberto Quezada, luego José Rocha Bolaños y finalmente Julio Lairana, como Director General de Educación. En aquellos años Carlos Serrate  Reich,  fungía como Director Nacional  de Cultura, posteriormente Raúl Calderón Soria. También fue Ministro de Educación de aquella época Ñuflo Chávez Ortiz.
            El contenido popular de la medida del Código de la Educación Boliviana, hizo que la educación sea incluyente de los sectores sociales y el Estado cumpla con el precepto de que la educación es prioridad del estado. Así pese a las limitaciones económicas la educación con todos sus problemas cumplió con la cobertura suficiente para generar un cambio significativo, que sería coartado por las reformas educativas de las dictaduras que no fueron otra cosa que modificación en algunas áreas del curriculum y no fueron cambios profundos. En 1969 en el gobierno de Alfredo Ovando, como Ministro de Educación, Mariano Baptista desarrolla una conferencia nacional de alfabetización y educación de adultos y muy imbuidos de la acción de cambio educativo en América Latina y principalmente en Brasil con los planteamientos de Paulo Freire, invitó a Paulo de Tarso, pedagogo brasilero que planteó generar un cambio fundamental en la educación iniciando una educación liberadora y antiimperialista.[19]
            A la sazón, los maestros en esta misma línea aunque con muchos debates internos desarrollan el Congreso de Educación, en los años 70, y se hicieron participes de la Asamblea del Pueblo, en la universidad se dio lo que llamaron “revolución universitaria”, liderada por dirigentes trotskistas y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que buscan una educación liberadora, aunque con divergencias ideológicas, ante esta efervescencia revolucionaria,  tanto en Bolivia como en América Latina, nace el Plan Cóndor, que impone dictaduras militares que ahogan en sangre estos postulados educativos.
            En Bolivia bajo el gobierno del Banzerismo, se crean instituciones llamadas al control del sistema educativo, como el Consejo Ejecutivo Nacional de Educación Superior (CENES) y nuevamente se hacen parches a la educación, con reformas esporádicas, los planteamientos quedan prácticamente paralizados, luego de siete años de férrea dictadura vino la derrota del régimen dictatorial, que generaron nuevas propuestas de cambios educativos en democracia, recuperan los contenidos propuestos en el congreso de maestros educativos y para la alfabetización, los postulados de la educación liberadora que se plasman en la experiencia del programa de alfabetización del SENALEP, en el gobierno de la UDP de 1982 a 1985.
            Creándose una comisión educativa que se debía ocupar de estudiar ante la crisis educativa que se experimenta, una propuesta de Reforma Educativa, que contemple la necesidad de los cambios de enfoque y de visión en el ámbito de la enseñanza. Esta comisión trabajó en la propuesta que desde luego tiene la orientación que ya tiene el SENALEP, que trabaja con contenidos interculturales, con planes y programas situados y regionalizados, adecuándose a las realidades locales, recuperando postulados del código de la educación boliviana, los núcleos educativos de la experiencia de Warisata, y los contenidos transversales de la educación democrática, popular, antiimperialista, que había sido renombrada en los congresos educativos de los años 70[20] de docentes, refrendados por los congresos de la Central Obrera Boliviana.[21]
            La crisis de la UDP y la exacerbación de las demandas de los movimientos sociales hacen que también naufraguen los postulados educativos de contenido popular, porque no pasan más allá de la retórica, y los contenidos y la currícula de la educación primaria, secundaria y superior se halla en una innegable crisis anclada en postulados y prácticas pedagógicos conductistas, que no innovan ni los textos educativos, menos los métodos y técnicas educativas.[22]
            Pero no sólo es el caso boliviano que experimenta esta anomalía educativa. La hiperinflación a la que había llegado el gobierno de la UDP, mandó al tacho, todos los postulados educativos y así también la retórica revolucionaria de los movimientos sociales, que son duramente golpeados por el decreto 21060 que aplica el nuevo gobierno del MNR vigente desde 1985 hasta 2005. 20 años donde las ideas del neoliberalismo dominan el escenario político y también el educativo, una comisión educativa a la cabeza de Enrique Ipiña Melgar, hace un diagnóstico de situación de la educación nacional y plantea la realización de congresos de maestros y otros interesados en el tema donde se discuta el cambio educativo.
            Esta comisión estudia los modelos o nuevos paradigmas educativos que se están dando a nivel internacional y además las posibilidades financieras de aplicar una reforma educativa, lo que hace que se adhiera a las reformas planteadas por la UNESCO a nivel internacional, que recoge las nuevas tendencias educativas constructivistas aplicadas en la educación primaria fundamentalmente, no llegándose a los niveles de secundaria y universitaria.[23] Así antes de finalizar el siglo XX, se da en 1994 la promulgación de la Ley 1565 de Reforma Educativa de orientación constructivista aplicada desde 1994 al 2010.
La Ley 1565, La Reforma Educativa Neoliberal
            El Equipo Técnico de Apoyo a la Reforma Educativa (ETARE), fue el primer organismo creado por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, que trabajó de 1991-1993, ocupándose de estudiar la posibilidad de implementar una nueva reforma educativa en Bolivia, el funcionamiento de este organismo fue apoyado por organismos internacionales, el presidente Sánchez de Lozada, el 7 de julio de 1994, promulgó La ley 1565, que estaba muy relacionada con la Ley de Participación Popular (Ley 1551) que amplió la cobertura de los municipios como entes autónomos con personería jurídica y que permitiría la acción de las juntas escolares en las organizaciones territoriales de base (OTBs), las comunidades indígenas, los pueblos indígenas, las comunidades campesinas y juntas vecinales, las mismas que debían coadyuvar en ejercer control a las actividades educativas.[24].
            Víctor Hugo Cárdenas, vicepresidente de la República de Bolivia, fue uno de los que impulso esta ley, dándole un contenido cultural, con el que se pretendía de alguna manera recuperar los valores ancestrales indígenas, estimular la educación intercultural e intracultural, que ya estaba presente en la redacción de los libros blanco y rosado, de esta reforma educativa.[25]
            Otro de los protagonistas de ese momento fue el Ministro de Educación, Enrique Ipiña Melgar, que sostenía que esta reforma tenía como principios la educación para la vida y el aprender a aprender, de esta manera, en la primera fase se implementó el programa de transformación que alcanzaría al nivel primario y desarrollaría con énfasis las áreas de razonamiento matemático y lectoescritura, planteaba que los cambios educativos se debían dar en 20 años.[26] La reforma constructivista que debía vivir este proceso, según Arnal,  perseguía una educación holística, una educación situada, pertinente, y que el nuevo paradigma educativo era el constructivista, basado en la psico-biología de Piaget, la pedagogía histórica de Vigotski y el aprendizaje significativo de Ausubel, todo estos postulados se basaban en los programas educativos de la UNESCO y en experiencias como las del AECI en España.[27]
            Como menciona Fernando Garcés, basándose en estudios diagnósticos de Albo, Contreras y Talavera,[28] la ley 1565 (7 de julio de 1994), fue parte de un paquete de reformas del Estado de segunda generación,[29] y estuvo vigente desde 1994 hasta 2010. En 1995 entra en funcionamiento los primeros 300 núcleos elegidos para entrar en el programa de transformación curricular bajo resolución secretarial Nº117.
            En este tiempo sólo se aplicó el programa de transformación en los niveles primarios, además se impulsa la red de ayuda al docente, creándose el subsistema de asesoría pedagógica, asesores pedagógicos que deberían atender los 300 núcleos que se habían incorporado en el proceso de reforma educativa. El programa de capacitación implementó además la actualización de asesores pedagógicos, además implementó el Sistema de Medición de Calidad Educativa (SIMECAL) como ente evaluador de la calidad, a la cabeza de la chilena Susana Hannover, los procesos educativos que controlaban la calidad educativa, ascensos de categorías docentes, ingreso de estudiantes a las normales y otros.
            Garcés sostiene que “La reforma educativa, a través del ETARE, fue diseñada por fuera del Ministerio de Educación, se la diseñó en el Ministerio de Planeamiento y Coordinación. Fue diseñada en diálogo con los organismos de cooperación internacional fundamentalmente el Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo, sus propios promotores reconocen que inicialmente estos organismos no querían financiar la parte curricular sino solo la reforma administrativa del sistema”.[30] Lo hicieron como parte del paquete de reformas de segunda generación neoliberal.
            La reforma tuvo muchos matices pues fue parte de los distintos gobiernos en la última etapa estuvo en el ministerio de educación Hugo Carvajal del MIR y luego el Tito Hoz de Vila de ADN, bajo la lógica de estos gobiernos del pacto por la democracia y la mega-coalición. Dentro de este proceso se planteó que para que la educación mejore se debía cualificar el programa de formación docente, por ello la universidad debía coadyuvar en esta tarea administrando los institutos normales superiores, en este marco, la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) forma docentes desde el año 2000 hasta el 2005, lo propio ocurrió en las normales de Santa Cruz, Tarija, Potosí, Cochabamba, Beni. Esto permitió que se encuentre la educación superior en ambos niveles científicos educativos. En un balance crítico de aquella experiencia se reconoce que esa fue una experiencia educativa fructíferas, aunque con fuerte oposición de la confederación de maestros y las federaciones departamentales que tenían como cupos políticos asignados, en la docencia, en desmedro de las políticas educativas.
            Un acierto en esta materia fue el encuentro de enseñanza aprendizaje de las ciencias sociales, historia y literatura, que reunió a docentes de secundaria y universidades para debatir temas como el de la didáctica de las ciencias sociales y la historia, en la que expuso el pensamiento constructivista Blanca Gómez[31] en el marco de la reforma educativa constructivista, intentando influir decididamente en el cambio curricular de secundaria y de la propia universidad, así también se hicieron significativos avances en otras ramas del conocimiento impulsándose las olimpiadas de matemáticas y física, la formación de maestros a nivel licenciatura, en programas de formación docente, en el que jugaron un papel protagónico, las nuevas universidades privadas, que surgieron como hongos sin mucho control académico, lucrando con la educación, haciéndose parte de la oferta educativa a nivel nacional.
            Como dijimos, otro efecto de la ley, fue la proliferación de las universidades privadas a lo largo y ancho del país, debido a que la ley preveía normativa para ello, cantidad de profesionales con el concepto de la excelencia académica se lanzaron a crear universidades con distintos énfasis en carreras técnicas y comerciales así emergieron, la Universidad Santo Tomas de Aquino, la Universidad Franz Tamayo, la Universidad Del Valle, la Tecnológica, la Corea, la UDABOL, la UPB y tantas otras, que de alguna manera coadyuvaron en la formación docente para la reforma, preparando en sus programas de formación docente a los licenciados en pedagogía, antes de la reforma el título que ostentaban los maestros sólo era de técnicos superiores.[32]
            A 20 años de aquella reforma se puede sostener que fueron los aspectos más negativos, que positivos que dejó aquella experiencia, que sumió a la educación pese a la gran inversión, en una crisis educativa, que no pudo llevar adelante sus postulados primarios, corroborándose estos extremos en los actuales bachilleres que no presentan las competencias pregonadas por el programa de transformación, que puso sus esfuerzos en las áreas matemáticas y de lectoescritura.
            Esta experiencia educativa quedó trunca y se planteó repetidas veces y por distintos actores la necesidad de transformarla, así llegaría el planteamiento del anteproyecto de ley educativa “Avelino Siñani-Elizardo Pérez”, muy debatida por los sectores sociales y que en 2010 de convertiría en la ley 070 de reforma educativa Avelino Siñani-Elizardo Pérez, que analizaremos a continuación.
La ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez y los nuevos rumbos educativos 2010-2015
            El año 2004-2005, el Movimiento al Socialismo tuvo amplio apoyo del sector del magisterio, el Movimiento al Socialismo (MAS) les había prometido cambios fundamentales, con esta consigna apoyó abiertamente la campaña de liquidación de la experiencia educativa, iniciada por las universidades en las normales superiores, esa relación que intentaba tender puentes entre la educación primaria, secundaria y superior. Expulsaron a las universidades de las normales superiores, colocando un candado para que los docentes universitarios, no enseñen en los institutos normales superiores, dando prioridad a los maestros titulados en ellas.
            Estos nuevos bríos llegaron con la nueva administración del Estado generando gran expectativa en la comunidad educativa, así inició sus actividades el flamante Ministro de Educación Felix Patzi. El flamante ministro ya había manifestado sus posiciones sobre la educación y la reforma en su libro Etnofagia Estatal,[33] sus postulados desde esta cartera dieron espacio a un áspero debate sobre la educación laica, la coeducación, la descolonización, sus opositores naturales fueron los sectores ligados a la educación católica y desde luego las críticas por parte de la iglesia desataron mucha oposición en amplios sectores de la población, fue en este periodo que pudimos ver la teoría hecha carne, el aparato ideológico del Estado Boliviano, resistió los embates de Patzi, la iglesia no permitió que se toque la materia de religión en las aulas y los medios de comunicación hicieron coro, desatando una campaña dura contra el ateo-comunista Patzi, ese radicalismo finalmente le costó el cargo, fue derrotado en el campo de poder educativo y el de la opinión pública, pese a ello se plantaron las bases para la discusión sobre la necesidad de operar cambios en la educación.
            Como  se plantea en el documento de currículo base elaborado en esos años, el año 2004, tras los movimientos sociales anti neoliberales, se crearon las condiciones necesarias para promover un proceso de cambio en el Sistema Educativo Nacional. Bajo esa coyuntura el Ministerio de Educación y Culturas junto al Consejo Nacional de Educación impulsaron reuniones nacionales, talleres temáticos, congresos departamentales y nacionales, fue así que se llevó acabo el  Primer Congreso Nacional de Educación de los Pueblos Indígenas Originarios, en la ciudad de Santa Cruz el año 2004.[34]
         “Tras los fallidos intentos de cambiar las políticas educativas neoliberales, el año           2006 se realizar dos acciones que dieron lugar al inicio a la Revolución Educativa,        primero se creó por D.S. N° 28725 la Comisión Nacional de la Nueva Ley         Educativa Boliviana y que remplazó al Consejo Nacional de Educación”.[35]
Para llevar adelante este proceso se conformó una Comisión Nacional, la misma tuvo la siguiente participación:
            La Comisión Nacional estuvo compuesta por 22 instituciones y organizaciones nacionales: Central Obrera Boliviana (COB), Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia (CTEUB), Confederación Nacional de Maestros de Educación Rural de Bolivia (CONMERB), Confederación de Estudiantes Normalistas de Bolivia (CEN-B), Confederación de Estudiante de Secundaria de Bolivia (CES-B), Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), y los Consejo Educativos Aymara (CEA) y de la Nación Quechua (CENAQ), Federación Nacional de Mujeres Campesinas de Bolivia-Bartolina Sisa, (FNMCB-BS), Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB), Confederación Universitaria Boliviana (CUB), Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Confederación de Trabajadores Fabriles de Bolivia, Fuerzas Armadas (FF.AA), Policía Nacional de Boliviana, Confederación Nacional de Juntas de Vecinos (CONALJUVE) Bolivia, Confederación de Colonizadores de Bolivia (CSCB), Junta Nacional de Madres y Padres de Familia (JNMPF), Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), Condecoración de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) y los Consejos Educativos de Pueblos Originarios;   Amazónicos Multiétnico (CEAM), Guaraní (CEPOG), Chiquitano (CEPOCH), Mojeño (CEPOIM), y           Guarayos (CEPIG); Comisión Episcopal de Ecuación (CEE), Asociación Nacional de Colegios Particulares de Bolivia (ANDECOP), Movimiento Cultural Saya Afroboliviano (MOCUSABOL) y el Ministerio de Educación y Culturas (MEC).[36]
            Esta comisión, conformada por 22 instituciones y organizaciones nacionales, fue la encargada de redactar un documento de consenso sobre las nuevas políticas educativas, cuyos resultados fueron presentados y trabajados en el II Congreso Nacional de Educación realizado en la ciudad de Sucre, donde participaron 33 organizaciones e instituciones nacionales de la sociedad civil. Del resultado de ambas acciones históricas, porque por vez primera se logra la participación de representantes de los pueblos indígenas y sectores excluidos, emergió el proyecto de Ley de Educación “Avelino Siñani - Elizardo Pérez”.[37]
            El nuevo Ministro de Educación, Roberto Aguilar Gómez, asumió las responsabilidades educativas de este despacho quien tuvo que desarrollar intensos debates con los diversos sectores ya mencionados, muchos de ellos opositores, hasta que el año 2010, el 1º de Diciembre se presentó para su consideración en las cámaras del parlamento y el 20 de Diciembre fue promulgada la Ley 070, Ley de la Educación Boliviana, Avelino Siñani-Elizardo Pérez,[38] en el marco de la nueva Constitución Política del Estado Plurinacional, que reconoce protagonismo principal a las 36 naciones existente en el país, que revelan realidades intraculturales, interculturales, multisectoriales.[39]
            La sociedad civil ha recibido esta nueva ley con escepticismo, las opiniones de los diversos sectores nos muestran una gama de posiciones, los más duros críticos son los dirigentes de la Federación de Maestros de La Paz, de reconocida filiación trostkista, que la califican como una ley burguesa, antiproletaria. Los sectores campesinos aunque muy divididos, de alguna manera apoyan algunos de los postulados que los involucran directamente, sin embargo, el proceso de implementación se ha ido consolidando, con programas como el Programa de Formación Continua (PROFOCOM) y las publicaciones de material educativo, así como la actualización tecnológica y la dotación de computadoras.
            El 2014 desde el Ministerio pone en marcha la aplicación de los nuevos curriculum base, trabajados por la comisión educativa que rigen hoy en los procesos educativos, aunque con alguna resistencia de los docentes que  critican sus fuertes contendidos culturalistas andino-amazónicos y la ideologización de la educación centrada en el indianismo y el socialismo comunitario, sin embargo, los programas paulatinamente se van introduciendo a través de procesos de capacitación como veremos a continuación.
Programa de Formación Continua.
            Al interior del Sistema Educativo Plurinacional que consolidó el nuevo modelo educativo socio comunitario y productivo y con la finalidad de implementar el nuevo currículo, así como del conjunto de políticas educativas, se ha diseñado un programa de capacitación docente, el Programa de Formación Continua (PROFOCOM),[40] el mismo que tiene un carácter obligatorio para todos los docentes y que tiene por finalidad impulsar los cambios educativos que plantea la ASEP, que según, María Talavera ha recibido una fuerte herencia de la 1565, en cuanto a fundamento teórico educativo y problemáticas abordadas por la abrogada ley. El lugar que ocupa la actualización docente es relevante, allá los docentes conocen las corrientes pedagógicas en boga, nuevas tecnologías para la educación, sistemas de evaluación y autoevaluación. Parte de aquello es la publicación de la colección pedagógica plurinacional, serie clásicos que aporta al pensamiento, la serie histórica los eventos significativos, serie revolución educativa aportes teóricos sobre los pilares de la ley educativa e incluso la dotación de laptops que hacen que los nuevos docente se acojan a las necesidades de enseñanza que tienen hoy los estudiantes de la era digital.
            Respecto a la metodología que implementa el modelo educativo socio-comunitario, productivo, se basa en el modelo socio-histórico de Vigostki, un constructivismo colectivo-comunitario, en remplazo del constructivismo bio-genético de Piaget y en la doctrina educativa de la iglesia, que según Gregorio Iriarte, responde al saber, saber hacer, decidir. Sistema educativo que se sustenta en: Saberes y conocimientos generados por la experiencia pedagógica de Warisata, fundamento principal, única y nuclearizada e integrada. Las propuestas psicológicas y pedagógicas posmodernas, fundamento teórico con bases ideológicas y practica descolonizadora, liberadora, sin discriminación en lo económico, político, social y cultural. El modelo educativo fundamentalmente se desarrolla en propuestas descolonizadoras, comunitarias, interculturales y productivas.
            Ya van cinco años de promulgada la ley 070 a la fecha los resultados son efímeros. Es bueno anotar que por lo que se puede ver en medios de comunicación, en actos del mismo gobierno, estos últimos años se ha construido y refaccionado mucha infraestructura educativa, a lo largo y ancho del país, a través del bono Juancito Pinto como incentivo para eliminar el ausentismo y la deserción escolar, se ha logrado significativos datos de cobertura educativa, así como los programas de alfabetización y post-alfabetización de bastante éxito, que han logrado declarar zonas libres de analfabetismo. Esta historia de la educación, que intenta comprender el proceso más que juzgar, nos muestra que en Bolivia, se viven procesos de cambio educativo alentadores, aunque siempre, en una sociedad pobre, seguirán faltando recursos humanos y materiales para alcanzar significativos impactos sociales  que eleven los indicadores de desarrollo humano.
Conclusiones
            Dos reformas educativas a principios del siglo XXI el paradigma constructivista individualista y el paradigma constructivista comunitario productivo, respondiendo el primero al modelo neoliberal y el segundo al socialismo comunitario. El primero ya tenía un fuerte contenido cultural, bilingüe, y la única diferencia con la segunda experiencia es, que ya esta última se halla constitucionalizada en la nueva constitución política el Estado Plurinacional y se consolida como un sistema educativo más inclusivo.
            A nivel técnico pedagógico, respecto al uso de nuevas técnicas de enseñanza-aprendizaje, renovando estrategias, dinámicas e instrumentos de evaluación la nueva Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez ha quedado corta, los maestros pese al PROFOCOM, siguen aplicando métodos conductistas y constructivistas practicados en las décadas anteriores.
            Muchos de los fracasos educativos se deben a tres factores base: el primero, la baja remuneración que reciben los docentes al no estar empleados las ocho horas de trabajo, teniendo que enfrentar otras estrategias de llenar la canasta familiar; el segundo, el bajo control que ejercen los técnicos del Ministerio de Educación, por ejemplo en el área rural, y el fracaso de procesos de evaluación docente; el tercero, se debe a la distancia que existe entre los ciclos educativos, primaria, secundaria y superior, que tiene como resultado, bachilleres confundidos a la hora de decidir por una profesión e inseguros de contar con competencias adecuadas para encarar procesos educativos complejos.


[1] Louis Althousser, "Ideologías y aparatos ideológicos del Estado", en La filosofía como arma de la Revolución, México, Cuadernos de Pasado y Presente, 1976; Antonio Gramsci, Cuadernos de la cárcel; Pierre Bordieu, Campo de poder, capital simbólico.
[2] Antonio Gramsci, “Observaciones sobre la escuela: para la búsqueda del principio educativo”, (1932)  www. colectivogramsci,wordpress.com .
[3] Pierre Bordieu, Campo de poder, campo intelectual, itinerario de un concepto, Tucumán, Montressor, 1980.
[4] René Arze, La participación popular en la independencia, La Paz, Quipus, 1985.
[5] Greby U. Rioja Montaño, Ciudadanía y políticas educativas en Bolivia, durante el siglo XIX. Historia de la Educación Boliviana, entre 1825 y 1900, Cochabamba, Universidad Militar Mariscal Bernardino Bilbao Rioja, 2012.  p. 166
[6] Ibid.  p. 25
[7] Cesar Chávez Taborga, Sentido y formas de una obra pedagógica, La Paz, SIGNO, 1995.  p. 23
[8] René Zavaleta Mercado, Clases y conocimiento, La Paz, Los Amigos del Libro, 1980.
[9] Alvaro García Linera, Las empresas del Estado: Patrimonio colectivo del pueblo boliviano, La Paz, Vicepresidencia del Estado Plurinacional, 2011.  p. 43
[10] Greby U. Rioja Montaño, Ciudadanía y políticas educativas en Bolivia…  El autor hace referencia al Decreto Supremo de Simón Bolívar del 11 de diciembre de 1825 que consta de 17 artículos que originan la educación formal y gubernamental.
[11] Cristóbal Suarez Arnéz, Historia de la Educación Boliviana, La Paz, Editorial Don Bosco, 1986.  p. 20
[12] Esther Ayllón, Raúl Calderón y María Luisa Talavera (Comps.),  A cien años de la fundación de la Escuela Nacional de Maestros de Sucre (1909), La Paz, Carrera de Historia UMSA, 2009.
[13] Esteban Ticona, “Educación, Política y descolonización en Leandro Nina Quispe”, en Jorge Viaña y otros, Interculturalidad crítica y descolonización, La Paz, Convenio Andrés Bello, 2009.
[14] Elizardo Pérez, Warisata la escuela Ayllu, La Paz, 1962; Alí Ramón Rojas Olaya, La pedagogía del adobe. La Paz, GIDEM/Convenio Andrés Bello, 2011.
[15] Elizardo Pérez, Warisata…  p. 81
[16] Roberto Choque Canqui y Cristina Quisbert Quispe, La educación indigenal en Bolivia, La Paz, Unih-Pakaxa, 2006.
[17] Samuel Antonio Chávez, Pedagogía de la salvación: Un estudio histórico sobre el aporte de la educación adventista en la vida del indígena aymara de Rosario 1920-1930, Cochabamba, Nuevo Tiempo de Bolivia, 2013.
[18] Carlos Mamani Condori, La reforma en la Educación de 1955, La Paz, Ministerio de Educación, 2013.
[19] Paulo de Tarso, Educación y cambio social, La Paz, Ministerio de Educación, 1970.
[20] Véase, Ximena Martínez Lazo, Análisis de los postulados del primer Congreso Pedagógico Nacional de 1970, Tesis de profesionalización, La Paz, Instituto Normal Superior Simón Bolívar, administración UMSA, 2004.
[21] Víctor Hugo Cárdenas, "Apuntes sobre la Reforma Educativo", en Reflexiones sobre la Ley de Reforma Educativa, La Paz, ILDIS Foro Económico 35, 1994.
[22] Véase, José Antonio Blanco Condori, El servicio nacional de alfabetización y educación popular SENALEP, como pionero de la educación intercultural bilingüe en La Paz 1983-1986, Tesis de profesionalización, La Paz, Instituto Normal Superior Simón Bolívar, administración UMSA, 2005.
 [23] Véase, Colectivo de autores, Tendencias pedagógicas contemporáneas, Colombia, Universidad de La Habana, Departamento de Psicología y Pedagogía, 1996.
[24] Este fue el paquete de leyes de segunda generación que implementaron los gestores del neoliberalismo: La ley 1544 de capitalización, (21 de marzo de 1994), la ley 1551 de participación popular  (20 de abril de 1994), la ley 1654, de descentralización administrativa del (28 de  julio de 1995), la ley 1715 del Instituto Nacional de Reforma Agraria  (18 de octubre de 1996).
[25] Víctor Hugo Cárdenas, "Apuntes sobre la Reforma…"
[26] Enrique Ipiña Melgar, “Cien años de reformas educativas: 1910-2010”, en Estudios Bolivianos Nº 18, pp. 15-34, .http://www.revistasbolivianas.org.bo/scielo. 2013.
[27]  Elvira Arnal y otros, Haciendo la Reforma, p. 19
[28] Véase Xavier Albó y Anaya, Niños alegres, libres, expresivos. La audacia de la educación intercultural bilingüe en Bolivia, La Paz, UNICEF/CIPCA, 2003; Manuel Contreras y María Luisa Talavera, Examen parcial. La reforma educativa Boliviana 1992-2002, La Paz, PIB, 2005. 
[29] Fernando Garcés, De la interculturalidad como armónica relación de diversos a una interculturalidad politizada,  pp. 30-31.
[30] Ibid. p. 33
[31] Blanca Gómez de Aranda, Didáctica de la historia, La Paz, CIMA, 2005.
[32] Véase el tema de la mercantilización de la educación superior en la década del 90 en, Gustavo Rodríguez Ostría y Crista Weise Vargas, “La educación Superior en Bolivia: el Espejo del Vampiro”, en Opiniones y análisis.  Reforma de la educación Boliviana Nº 82, La Paz, Hans SeidStiftung eV, 2006.
[33] Felix Patzi, Etnofagia Estatal.
[34] De educación inicial, primaria, secundaria, formación docente, alternativa, interculturalidad, participación popular y gestión institucional.
[35] Ministerio de Educación, Currículo base del sistema educativo plurinacional del modelo educativo socio comunitario productivo, La Paz, Ministerio de Educación,  2009 p. 13-14
[36] Ibid.
[37] Ibid, p.14
[38] Ley  Nº 070 de la Educación Boliviana, Avelino Siñani- Elizardo Pérez(ASEP), La Asamblea Legislativa Plurinacional, 2010.
[39] Constitución Política del Estado Plurinacional 2009, elaborado en la Asamblea constituyente de 2005 hasta 2009, aprobado por el referéndum del mismo año, promulgado por el presidente del Estado Plurinacional Evo Morales Ayma.
[40] El PROFOCOM es un programa de capacitación docente que se viene implementando desde el Ministerio de Educación desde 2010-2015

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