Retornos
Nº 14
Revista
de Historia y Ciencias Sociales
La
Paz, diciembre de 2014
CAMBIOS
EDUCATIVOS EN LA HISTORIA RECIENTE
DEL
ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA
_______________________________________
Ramiro Fernández Quisbert
Instituto de Investigaciones Historicas
Carrera de Historia
Universidad Mayor de San Andrés
(La Paz, Bolivia)
_________________________________________
Introducción
Estudiar
la educación como parte del proceso de socialización que vivimos los individuos,
es una tarea compleja, mucho más aún si pretendemos tratarla con el método
histórico que nos ubica a los fenómenos educativos en el decurso del tiempo
histórico. De hecho se puede tener muchas miradas al respecto de los procesos
educativos. Partir desde su perspectiva familiar-comunal cotidiana o desde los
centros educativos donde se hace un tratamiento sistemático del conocimiento
adquirido por la humanidad, muchas veces cuando se piensa en ello, se hace un
recuento cronológico de la legislación educativa, donde el eje de la historia
es la promulgación de los decretos y leyes educativas. Por otra parte, se la
mira en cuanto a su capacidad de cobertura social, inclusión, exclusión, tema
relevante cuando se habla de privilegios que hace la escuela en su ejercicio,
en otros casos, más bien interesan aspectos administrativos
financiero-estructurales, pero también temas teórico-conceptual,
ideológico-culturales que hacen parte importante de la definición en cuanto a
su organización curricular, contenidos educativos e introducción de nuevas
técnicas, estrategias educativas e introducción de nuevas tecnologías.
En
este caso, nos interesa saber cómo ha sido, la relación del sistema educativo con
el Estado, las políticas educativas hacia la población y sus vínculos con los
procesos políticos.
Desde la teoría
política hemos llegado a comprender que la educación hace parte de los aparatos
del Estado, en este caso del aparato ideológico,[1]
lo que significa que se halla ligada a las dinámicas de poder internas o externas
del propio estado, pero además que a través de ellas, se manifiestan las
fuerzas hegemónicas dominantes en contra de los grupos dominados, como dice
Gramsci, existe una escuela oligárquica y una escuela democrática:
"La escuela tradicional era oligárquica porque estaba destinada a la nueva generación de los grupos dirigentes, la cual estaba destinada, a su vez, a convertirse en dirigente; pero no era oligárquica por su sistema de enseñanza. Lo que caracteriza socialmente a un tipo de escuela no es la adquisición de actitudes de dirección ni la tendencia a formar seres humanos superiores. La característica social viene dada por el hecho de que cada grupo social tiene un tipo de escuela propio, destinado a perpetuar en estos estratos una determinada función tradicional, dirigente o instrumental. Si queremos romper esta trama, no hemos de multiplicar y graduar los tipos de escuela profesional, sino crear un tipo único de escuela preparatoria (elemental-media) que lleve al niño hasta el umbral mismo de la elección profesional y, a la vez, lo forme como persona capaz de pensar, de estudiar, de dirigir o de controlar a los que dirigen".[2]
Evidentemente la educación tiene un nexo con el poder y con el Estado,
para Gramsci la multiplicación de los tipos de escuela profesional tiende a
eternizar las diferencias tradicionales, pero tiende también a suscitar
estratificaciones internas en estas diferencias; por ello da la impresión de
una tendencia democrática. La escuela crea diferencias, por ejemplo, entre el
peón y el obrero cualificado, entre el campesino y el geómetra o el agrónomo
subalterno, este mismo aspecto visto desde otra óptica por Pierre Bordieu nos
permite comprender que la educación es un campo de poder,[3]
donde se disputan intereses de clase o casta, abierta lucha ideológica, pero
además un terreno fértil donde se desarrolla el capital simbólico de los
sectores dominantes y los dominados. En este ámbito cabe señalar la atención a Políticas
educativas colonizadoras, civilizadoras, homogeneizadoras, asimiladoras,
impuestas a los indígenas en Latinoamérica y desde luego en Bolivia, desde la
invasión hasta nuestros días.
Estos temas se hallan en el ojo de la tormenta del debate educativo, de
ahí que se hace necesaria una reflexión de la relación Estado-educación en
Bolivia, mucho más en el actual proceso de cambio, que es el más significativo
de este tiempo histórico sólo equiparable al proceso revolucionario de 1952.
Estado
boliviano y educación
La
crisis colonial en Charcas, (territorio del otrora Kollasuyu prehispánico), anunció el advenimiento de otro tipo de
sociedad, una sociedad más equitativa y justa, ya que en la lucha por destruir
el yugo español, habían participado diversos grupos sociales en pos del respeto
a sus derechos,[4]
sin embargo, con la creación de la república, la carta magna de 1826 dio vida al
Estado Boliviano, que estableció una nueva estructura social basada en la
exclusión de sectores mayoritarios importantes de la sociedad.
En
la nueva constitución política del Estado ya la educación jugaba un papel de
importancia, los combatientes de aquella hora estaban conscientes del rol de la
educación en el avance o estancamiento del país, ya en medio de los debates entre
proteccionismo y librecambio, se pretendía fortalecer la educación
ciudadana, con el triunfo liberal de fines de siglo XIX, este proceso se
consolidó, como menciona Greby U. Rioja:
“La política educativa en Bolivia
se encargaron de construir una ininteligible estructura de exclusiones distinguiendo tipos de
ciudadanos, y marginando completamente a los no ciudadanos /…/ las mujeres a
quienes no se les reconocía sus
derechos a participar en actividades políticas y administrativas”.[5]
Ante semejante
discriminación de género, de etnia y cultura, hubo serios intentos de avance en
la educación, a través de políticas estatales y en favor de sectores
marginados, muestra de ello fue la labor del célebre Modesto Omiste, que en
Potosí encaró reformas innovadoras.[6]
Emergió
el Estado Liberal, que pese a los avatares se mantuvo de 1900-1952. El sistema
liberal basado en la propiedad privada, favorecía a todas luces, a los dueños
de minas y los señores hacendados, que iniciaron un proceso de modernización
del país y que también puso énfasis en la educación habiendo traído a la misión
belga, la misma que dio las bases ideológicas de la educación en la primera
mitad del siglo XX.[7]
De
la crisis general del sistema político después de la guerra del Chaco, se entró
en una gran hecatombe social que sólo concluyó con la revolución del 52. La
emergencia de los mineros y campesinos, estableció el nuevo modelo de capitalismo de estado, sustentado en los
pilares de la nacionalización de las minas, reforma agraria, voto universal y
la reforma educativa de 1955.[8]
Este
modelo educativo pese a los parches puestos por las dictaduras y el proceso
educativo del gobierno de la Unidad Democrática Popular (UDP), se mantuvo en
sus líneas generales, aunque en muchos rasgos deformada. Un significativo
avance, se dio entre 1982-1985, gracias a la apertura democrática y la
implementación de políticas favorables a las mayorías indígenas-populares, con
el programa de alfabetización llevada a cabo por el Servicio Nacional de
Alfabetización Popular (SENALEP), ampliándose las propuestas del propio
magisterio y las universidades, sin embargo, fue la hiperinflación galopante la
que se encargó de liquidar todo posible cambio significativo y la desubicación
de los planteamientos de las organizaciones sociales que se encargaron de
enterrar su propio proyecto político, algo a lo ya que estamos acostumbrados
los bolivianos.
En
1985 este modelo fue desmontado y se inició un ajuste estructural, a través del
DS. 21060, que introdujo un modelo neoliberal, basado en el librecambio, la
libre competencia, la flexibilidad laboral, que privatizó y capitalizó las
empresas públicas, relocalizó 20.000 mineros y cerró las minas, vendió la
Empresa Nacional de Ferrocarriles (ENFE), la Empresa Nacional de Telecomunicaciones
(ENTEL), Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), entre otras. En
20 años de vigencia en las que se intercalaron en la administración del Estado
Boliviano, los partidos Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Movimiento
de Izquierda revolucionaria (MIR) y Acción Demócrata Nacionalista (ADN), en
alianza con otras fuerzas menores, que hizo crisis desde los años 2000. Con la
guerra del agua, donde se expulsó una transnacional de agua en Cochabamba y
luego la guerra del gas donde se derrotó al gobierno de Sánchez de Lozada. Como
parte de este proceso también se dictó una ley de Reforma Educativa la 1565, implementando
un modelo educativo basado en el constructivismo, con el apoyo de la UNESCO y
como parte del paquete de ajuste estructural.
Con
la llegada de Evo Morales al gobierno se dio impulso al modelo económico de
socialismo-comunitario, según Álvaro García Linera, un modelo basado en las
raíces democráticas de inclusión del pueblo que generó un cambio movilizado y
que pudo hacer que incluso se cambie la constitución política del Estado y
paulatinamente se de un potenciamiento de la economía social y comunitaria.[9]
Con
estos antecedentes históricos de contexto, la pregunta que nos formulamos para
investigar debería apuntar a explicar ¿qué cambios significativos experimentó
en todo el proceso histórico reciente la educación?, para llegar a comprender este
proceso más adelante desarrollamos aspectos fundamentales de la historia de la
educación de los últimos años de fines del siglo XX y principios del siglo XXI.
Antecedentes
de las reformas educativas
En
Bolivia, como dijimos anteriormente, los procesos educativos, tuvieron estrecha
relación con los cambios de políticas socioeconómicas del Estado. Así en el
siglo XIX, con el proceso independentista se introdujeron los primeros cambios,
la educación influida por el pensamiento pedagógico de J.J. Rousseau contenido
en su libro El Emilio, influyó en los
planteamientos de Simón Rodríguez que intentó generar un cambio de la educación
eclesiástica colonial basada en el Tribium
y el Cuatribium, implementada por
jesuitas y franciscanos en escuelas, colegios y universidades.[10]
Planteamiento que fue frenado por el conservadurismo, que no dejó desarrollar
una educación laica, donde la educación actúa al margen de la tuición de la iglesia
católica.
Según
Suárez Arnéz sólo llega este cambio a fines del siglo XIX y principios del
siglo XX, con Juan Misael Saracho, el plan Sánchez Bustamante de 1908, con
Modesto Omiste que hizo cambios en la educación de Potosí, y con la creación de
las escuelas ambulantes y la acción fructífera de la Misión Belga dirigida por
George Rouma.[11]
En
el siglo XX, a partir de esa búsqueda incesante en Europa y América de la comisión
impulsada por el Ministerio de Educación, Misael Saracho y Sánchez Bustamante,
se dio la creación de la Normal de docentes de Sucre, donde se dio la
experiencia educativa más relevante que fue la propiciada por la Misión Belga
dirigida por George Rouma, la misma que fortaleció los centros de formación de
docentes,[12]
la Normal de La Paz, las normales rurales. Otra vertiente de experiencias en
educación, fue la que propiciaron la educación indígena, las más significativas,
la de Eduardo Nina Quispe[13]
y de Warisata, liderada por Elizardo Pérez y Avelino Siñani, que intentaron
democratizar la educación,[14]
para indígenas del campo y las ciudades. Otro momento histórico de la educación
se inicia con el Estatuto Sánchez Bustamante que se promulgo en los años 1930,
estableciendo como actos importantes la autonomía universitaria y la creación
de una escuela de indígenas en Miraflores, muy criticada por Elizardo Pérez.[15]
Después
de la guerra del Chaco la lucha por la educación fue mucha más intensa, Roberto
Choque al respecto de la educación indígena sostiene que este fue un
planteamiento constante de los movimientos indígenas, que estuvo presente en el
sexenio y luego como propuesta principal de la revolución de 1952.[16]
Es bueno también anotar en este proceso las experiencias educativas adventistas
que contribuyeron significativamente para abrir el tema educativo en el país en
la primera mitad del siglo XX.[17]
La
reforma educativa nacionalista se dio con la promulgación del Código de la
Educación Boliviana, la misma se abre a la educación universal, democrática que
permite el ingreso a las escuelas de todos los sectores sociales, por lo menos como
posibilidad legal que paulatinamente engarza el desarrollo de la escuela
pública tanto en el campo y las ciudades.[18]
El nuevo régimen impulsado por las circunstancias tuvo que tomar las siguientes
medidas históricas: nacionalización de las minas, reforma agraria, voto universal,
en el orden socioeconómico.
En
cuanto a la educación en 1953 se nombró Ministro de Educación y Cultura a Fernando Iturralde Chinel, como Director del
Instituto de Investigaciones Pedagógicas al Prof. Guido Villagómez. Fueron éstos
en sendas discusiones del momento y compelidos por las circunstancias los que
debían enfrentar los grandes cambios que el momento requería, sin embargo, no
se podía improvisar los cambios en el aspecto educativo, lo que los llevó a
plantear la formación de una comisión de alto nivel para estudiar una posible
reforma educativa.
En
esta comisión debían estar especialistas
en la materia así como intelectuales de distintas ramas del saber, fue
convocado para este fin el reconocido escritor Fernando Diez de Medina y otras
nueve personas más, que a lo largo de dos
años prepararon el documento que vio la luz el 20 de enero 1955, bajo el título
de Código de la Educación Boliviana.
En ese momento, se hallaba como Ministro de Educación, Federico Alvarez Plata,
un militante del MNR que fue un organizador de sindicatos en el área rural. El
9 de abril de 1956, es posesionado como Ministro de Educación y Cultura,
Fernando Diez de Medina, apoyado como oficial mayor del ministerio el Prof.
Humberto Quezada, luego José Rocha Bolaños y finalmente Julio Lairana, como
Director General de Educación. En aquellos años Carlos Serrate Reich, fungía como Director Nacional de Cultura, posteriormente Raúl Calderón
Soria. También fue Ministro de Educación de aquella época Ñuflo Chávez Ortiz.
El
contenido popular de la medida del Código
de la Educación Boliviana, hizo que la educación sea incluyente de los
sectores sociales y el Estado cumpla con el precepto de que la educación es
prioridad del estado. Así pese a las limitaciones económicas la educación con
todos sus problemas cumplió con la cobertura suficiente para generar un cambio
significativo, que sería coartado por las reformas educativas de las dictaduras
que no fueron otra cosa que modificación en algunas áreas del curriculum y no fueron cambios
profundos. En 1969 en el gobierno de Alfredo Ovando, como Ministro de Educación,
Mariano Baptista desarrolla una conferencia nacional de alfabetización y
educación de adultos y muy imbuidos de la acción de cambio educativo en América
Latina y principalmente en Brasil con los planteamientos de Paulo Freire,
invitó a Paulo de Tarso, pedagogo brasilero que planteó generar un cambio
fundamental en la educación iniciando una educación liberadora y
antiimperialista.[19]
A
la sazón, los maestros en esta misma línea aunque con muchos debates internos
desarrollan el Congreso de Educación, en los años 70, y se hicieron participes
de la Asamblea del Pueblo, en la universidad se dio lo que llamaron “revolución
universitaria”, liderada por dirigentes trotskistas y del Ejército de
Liberación Nacional (ELN), que buscan una educación liberadora, aunque con
divergencias ideológicas, ante esta efervescencia revolucionaria, tanto en Bolivia como en América Latina, nace
el Plan Cóndor, que impone dictaduras militares que ahogan en sangre estos
postulados educativos.
En
Bolivia bajo el gobierno del Banzerismo, se crean instituciones llamadas al
control del sistema educativo, como el Consejo Ejecutivo Nacional de Educación
Superior (CENES) y nuevamente se hacen parches a la educación, con reformas
esporádicas, los planteamientos quedan prácticamente paralizados, luego de siete
años de férrea dictadura vino la derrota del régimen dictatorial, que generaron
nuevas propuestas de cambios educativos en democracia, recuperan los contenidos
propuestos en el congreso de maestros educativos y para la alfabetización, los
postulados de la educación liberadora que se plasman en la experiencia del
programa de alfabetización del SENALEP, en el gobierno de la UDP de 1982 a 1985.
Creándose
una comisión educativa que se debía ocupar de estudiar ante la crisis educativa
que se experimenta, una propuesta de Reforma Educativa, que contemple la necesidad
de los cambios de enfoque y de visión en el ámbito de la enseñanza. Esta comisión
trabajó en la propuesta que desde luego tiene la orientación que ya tiene el
SENALEP, que trabaja con contenidos interculturales, con planes y programas
situados y regionalizados, adecuándose a las realidades locales, recuperando
postulados del código de la educación boliviana, los núcleos educativos de la
experiencia de Warisata, y los contenidos transversales de la educación
democrática, popular, antiimperialista, que había sido renombrada en los
congresos educativos de los años 70[20]
de docentes, refrendados por los congresos de la Central Obrera Boliviana.[21]
La
crisis de la UDP y la exacerbación de las demandas de los movimientos sociales
hacen que también naufraguen los postulados educativos de contenido popular,
porque no pasan más allá de la retórica, y los contenidos y la currícula de la
educación primaria, secundaria y superior se halla en una innegable crisis
anclada en postulados y prácticas pedagógicos conductistas, que no innovan ni
los textos educativos, menos los métodos y técnicas educativas.[22]
Pero
no sólo es el caso boliviano que experimenta esta anomalía educativa. La
hiperinflación a la que había llegado el gobierno de la UDP, mandó al tacho,
todos los postulados educativos y así también la retórica revolucionaria de los
movimientos sociales, que son duramente golpeados por el decreto 21060 que
aplica el nuevo gobierno del MNR vigente desde 1985 hasta 2005. 20 años donde
las ideas del neoliberalismo dominan el escenario político y también el
educativo, una comisión educativa a la cabeza de Enrique Ipiña Melgar, hace un
diagnóstico de situación de la educación nacional y plantea la realización de
congresos de maestros y otros interesados en el tema donde se discuta el cambio
educativo.
Esta
comisión estudia los modelos o nuevos paradigmas educativos que se están dando
a nivel internacional y además las posibilidades financieras de aplicar una
reforma educativa, lo que hace que se adhiera a las reformas planteadas por la
UNESCO a nivel internacional, que recoge las nuevas tendencias educativas
constructivistas aplicadas en la educación primaria fundamentalmente, no
llegándose a los niveles de secundaria y universitaria.[23]
Así antes de finalizar el siglo XX, se da en 1994 la promulgación de la Ley
1565 de Reforma Educativa de orientación constructivista aplicada desde 1994 al
2010.
La
Ley 1565, La Reforma Educativa Neoliberal
El
Equipo Técnico de Apoyo a la Reforma Educativa (ETARE), fue el primer organismo
creado por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, que trabajó de 1991-1993,
ocupándose de estudiar la posibilidad de implementar una nueva reforma
educativa en Bolivia, el funcionamiento de este organismo fue apoyado por
organismos internacionales, el presidente Sánchez de Lozada, el 7 de julio de
1994, promulgó La ley 1565, que estaba muy relacionada con la Ley de
Participación Popular (Ley 1551) que amplió la cobertura de los municipios como
entes autónomos con personería jurídica y que permitiría la acción de las
juntas escolares en las organizaciones territoriales de base (OTBs), las
comunidades indígenas, los pueblos indígenas, las comunidades campesinas y
juntas vecinales, las mismas que debían coadyuvar en ejercer control a las
actividades educativas.[24].
Víctor
Hugo Cárdenas, vicepresidente de la República de Bolivia, fue uno de los que
impulso esta ley, dándole un contenido cultural, con el que se pretendía de
alguna manera recuperar los valores ancestrales indígenas, estimular la
educación intercultural e intracultural, que ya estaba presente en la redacción
de los libros blanco y rosado, de esta reforma educativa.[25]
Otro
de los protagonistas de ese momento fue el Ministro de Educación, Enrique Ipiña
Melgar, que sostenía que esta reforma tenía como principios la educación para
la vida y el aprender a aprender, de esta manera, en la primera fase se
implementó el programa de transformación que alcanzaría al nivel primario y
desarrollaría con énfasis las áreas de razonamiento matemático y
lectoescritura, planteaba que los cambios educativos se debían dar en 20 años.[26]
La reforma constructivista que debía vivir este proceso, según Arnal, perseguía una educación holística, una
educación situada, pertinente, y que el nuevo paradigma educativo era el
constructivista, basado en la psico-biología de Piaget, la pedagogía histórica
de Vigotski y el aprendizaje significativo de Ausubel, todo estos postulados se
basaban en los programas educativos de la UNESCO y en experiencias como las del
AECI en España.[27]
Como
menciona Fernando Garcés, basándose en estudios diagnósticos de Albo, Contreras
y Talavera,[28]
la ley 1565 (7 de julio de 1994), fue parte de un paquete de reformas del
Estado de segunda generación,[29]
y estuvo vigente desde 1994 hasta 2010. En 1995 entra en funcionamiento los
primeros 300 núcleos elegidos para entrar en el programa de transformación
curricular bajo resolución secretarial Nº117.
En
este tiempo sólo se aplicó el programa de transformación en los niveles
primarios, además se impulsa la red de ayuda al docente, creándose el
subsistema de asesoría pedagógica, asesores pedagógicos que deberían atender
los 300 núcleos que se habían incorporado en el proceso de reforma educativa. El
programa de capacitación implementó además la actualización de asesores
pedagógicos, además implementó el Sistema de Medición de Calidad Educativa (SIMECAL)
como ente evaluador de la calidad, a la cabeza de la chilena Susana Hannover,
los procesos educativos que controlaban la calidad educativa, ascensos de
categorías docentes, ingreso de estudiantes a las normales y otros.
Garcés
sostiene que “La reforma educativa, a través del ETARE, fue diseñada por fuera
del Ministerio de Educación, se la diseñó en el Ministerio de Planeamiento y
Coordinación. Fue diseñada en diálogo con los organismos de cooperación
internacional fundamentalmente el Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo,
sus propios promotores reconocen que inicialmente estos organismos no querían
financiar la parte curricular sino solo la reforma administrativa del sistema”.[30]
Lo hicieron como parte del paquete de reformas de segunda generación
neoliberal.
La
reforma tuvo muchos matices pues fue parte de los distintos gobiernos en la
última etapa estuvo en el ministerio de educación Hugo Carvajal del MIR y luego
el Tito Hoz de Vila de ADN, bajo la lógica de estos gobiernos del pacto por la
democracia y la mega-coalición. Dentro de este proceso se planteó que para que
la educación mejore se debía cualificar el programa de formación docente, por
ello la universidad debía coadyuvar en esta tarea administrando los institutos
normales superiores, en este marco, la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA)
forma docentes desde el año 2000 hasta el 2005, lo propio ocurrió en las
normales de Santa Cruz, Tarija, Potosí, Cochabamba, Beni. Esto permitió que se
encuentre la educación superior en ambos niveles científicos educativos. En un
balance crítico de aquella experiencia se reconoce que esa fue una experiencia
educativa fructíferas, aunque con fuerte oposición de la confederación de
maestros y las federaciones departamentales que tenían como cupos políticos
asignados, en la docencia, en desmedro de las políticas educativas.
Un
acierto en esta materia fue el encuentro de enseñanza aprendizaje de las
ciencias sociales, historia y literatura, que reunió a docentes de secundaria y
universidades para debatir temas como el de la didáctica de las ciencias
sociales y la historia, en la que expuso el pensamiento constructivista Blanca
Gómez[31]
en el marco de la reforma educativa constructivista, intentando influir
decididamente en el cambio curricular de secundaria y de la propia universidad,
así también se hicieron significativos avances en otras ramas del conocimiento
impulsándose las olimpiadas de matemáticas y física, la formación de maestros a
nivel licenciatura, en programas de formación docente, en el que jugaron un
papel protagónico, las nuevas universidades privadas, que surgieron como hongos
sin mucho control académico, lucrando con la educación, haciéndose parte de la
oferta educativa a nivel nacional.
Como
dijimos, otro efecto de la ley, fue la proliferación de las universidades
privadas a lo largo y ancho del país, debido a que la ley preveía normativa
para ello, cantidad de profesionales con el concepto de la excelencia académica
se lanzaron a crear universidades con distintos énfasis en carreras técnicas y
comerciales así emergieron, la Universidad Santo Tomas de Aquino, la Universidad
Franz Tamayo, la Universidad Del Valle, la Tecnológica, la Corea, la UDABOL, la
UPB y tantas otras, que de alguna manera coadyuvaron en la formación docente
para la reforma, preparando en sus programas de formación docente a los
licenciados en pedagogía, antes de la reforma el título que ostentaban los
maestros sólo era de técnicos superiores.[32]
A
20 años de aquella reforma se puede sostener que fueron los aspectos más
negativos, que positivos que dejó aquella experiencia, que sumió a la educación
pese a la gran inversión, en una crisis educativa, que no pudo llevar adelante
sus postulados primarios, corroborándose estos extremos en los actuales
bachilleres que no presentan las competencias pregonadas por el programa de
transformación, que puso sus esfuerzos en las áreas matemáticas y de
lectoescritura.
Esta
experiencia educativa quedó trunca y se planteó repetidas veces y por distintos
actores la necesidad de transformarla, así llegaría el planteamiento del
anteproyecto de ley educativa “Avelino Siñani-Elizardo Pérez”, muy debatida por
los sectores sociales y que en 2010 de convertiría en la ley 070 de reforma
educativa Avelino Siñani-Elizardo Pérez, que analizaremos a continuación.
La
ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez y los nuevos rumbos educativos 2010-2015
El
año 2004-2005, el Movimiento al Socialismo tuvo amplio apoyo del sector del
magisterio, el Movimiento al Socialismo (MAS) les había prometido cambios fundamentales,
con esta consigna apoyó abiertamente la campaña de liquidación de la
experiencia educativa, iniciada por las universidades en las normales
superiores, esa relación que intentaba tender puentes entre la educación primaria,
secundaria y superior. Expulsaron a las universidades de las normales
superiores, colocando un candado para que los docentes universitarios, no enseñen
en los institutos normales superiores, dando prioridad a los maestros titulados
en ellas.
Estos
nuevos bríos llegaron con la nueva administración del Estado generando gran
expectativa en la comunidad educativa, así inició sus actividades el flamante Ministro
de Educación Felix Patzi. El flamante ministro ya había manifestado sus
posiciones sobre la educación y la reforma en su libro Etnofagia Estatal,[33]
sus postulados desde esta cartera dieron espacio a un áspero debate sobre la educación
laica, la coeducación, la descolonización, sus opositores naturales fueron los
sectores ligados a la educación católica y desde luego las críticas por parte
de la iglesia desataron mucha oposición en amplios
sectores de la población, fue en este periodo que pudimos ver la teoría hecha
carne, el aparato ideológico del Estado Boliviano, resistió los embates de
Patzi, la iglesia no permitió que se toque la materia de religión en las aulas
y los medios de comunicación hicieron coro, desatando una campaña dura contra
el ateo-comunista Patzi, ese radicalismo finalmente le costó el cargo, fue
derrotado en el campo de poder educativo y el de la opinión pública, pese a
ello se plantaron las bases para la discusión sobre la necesidad de operar
cambios en la educación.
Como
se plantea en el documento de currículo base elaborado en esos años, el
año 2004, tras los movimientos sociales anti neoliberales, se crearon las
condiciones necesarias para promover un proceso de cambio en el Sistema
Educativo Nacional. Bajo esa coyuntura el Ministerio de Educación y Culturas
junto al Consejo Nacional de Educación impulsaron reuniones nacionales, talleres
temáticos, congresos departamentales y nacionales, fue así que se
llevó acabo el Primer Congreso Nacional
de Educación de los Pueblos Indígenas Originarios, en la ciudad de Santa Cruz el año
2004.[34]
“Tras los fallidos intentos de cambiar
las políticas educativas neoliberales, el año 2006
se realizar dos acciones que dieron lugar al inicio a la Revolución Educativa, primero se creó por D.S. N° 28725 la
Comisión Nacional de la Nueva Ley Educativa
Boliviana y que remplazó al Consejo Nacional de Educación”.[35]
Para llevar adelante este proceso se
conformó una Comisión Nacional, la misma tuvo la siguiente participación:
La Comisión Nacional estuvo
compuesta por 22 instituciones y organizaciones nacionales: Central Obrera
Boliviana (COB), Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia
(CTEUB), Confederación Nacional de Maestros de Educación Rural de Bolivia
(CONMERB), Confederación de Estudiantes Normalistas de Bolivia (CEN-B), Confederación
de Estudiante de Secundaria de Bolivia (CES-B), Confederación Sindical Única de
Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), y los Consejo Educativos Aymara
(CEA) y de la Nación Quechua (CENAQ), Federación Nacional de Mujeres Campesinas
de Bolivia-Bartolina Sisa, (FNMCB-BS), Comité Ejecutivo de la Universidad
Boliviana (CEUB), Confederación Universitaria Boliviana (CUB), Confederación de
Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Confederación de Trabajadores Fabriles
de Bolivia, Fuerzas Armadas (FF.AA), Policía Nacional de Boliviana,
Confederación Nacional de Juntas de Vecinos (CONALJUVE) Bolivia, Confederación
de Colonizadores de Bolivia (CSCB), Junta Nacional de Madres y Padres de
Familia (JNMPF), Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ),
Condecoración de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) y los Consejos
Educativos de Pueblos Originarios; Amazónicos
Multiétnico (CEAM), Guaraní (CEPOG), Chiquitano (CEPOCH), Mojeño (CEPOIM), y Guarayos (CEPIG); Comisión Episcopal de
Ecuación (CEE), Asociación Nacional de Colegios Particulares de Bolivia
(ANDECOP), Movimiento Cultural Saya Afroboliviano (MOCUSABOL) y el Ministerio
de Educación y Culturas (MEC).[36]
Esta
comisión, conformada por 22 instituciones y organizaciones nacionales, fue la
encargada de redactar un documento de consenso sobre las nuevas políticas
educativas, cuyos resultados fueron presentados y trabajados en el II Congreso
Nacional de Educación realizado en la ciudad de Sucre, donde participaron 33
organizaciones e instituciones nacionales de la sociedad civil. Del resultado
de ambas acciones históricas, porque por vez primera se logra la participación
de representantes de los pueblos indígenas y sectores excluidos, emergió el
proyecto de Ley de Educación “Avelino Siñani - Elizardo Pérez”.[37]
El
nuevo Ministro de Educación, Roberto Aguilar Gómez, asumió las
responsabilidades educativas de este despacho quien tuvo que desarrollar
intensos debates con los diversos sectores ya mencionados, muchos de ellos
opositores, hasta que el año 2010, el 1º de Diciembre se presentó para su
consideración en las cámaras del parlamento y el 20 de Diciembre fue promulgada
la Ley 070, Ley de la Educación
Boliviana, Avelino Siñani-Elizardo Pérez,[38]
en el marco de la nueva Constitución Política del Estado Plurinacional, que reconoce
protagonismo principal a las 36 naciones existente en el país, que revelan realidades
intraculturales, interculturales, multisectoriales.[39]
La
sociedad civil ha recibido esta nueva ley con escepticismo, las opiniones de
los diversos sectores nos muestran una gama de posiciones, los más duros
críticos son los dirigentes de la Federación de Maestros de La Paz, de
reconocida filiación trostkista, que la califican como una ley burguesa,
antiproletaria. Los sectores campesinos aunque muy divididos, de alguna manera
apoyan algunos de los postulados que los involucran directamente, sin embargo,
el proceso de implementación se ha ido consolidando, con programas como el Programa
de Formación Continua (PROFOCOM) y las publicaciones de material educativo, así
como la actualización tecnológica y la dotación de computadoras.
El
2014 desde el Ministerio pone en marcha la aplicación de los nuevos curriculum base, trabajados por la
comisión educativa que rigen hoy en los procesos educativos, aunque con alguna resistencia
de los docentes que critican sus fuertes
contendidos culturalistas andino-amazónicos y la ideologización de la educación
centrada en el indianismo y el socialismo comunitario, sin embargo, los
programas paulatinamente se van introduciendo a través de procesos de
capacitación como veremos a continuación.
Programa
de Formación Continua.
Al
interior del Sistema Educativo Plurinacional que consolidó el nuevo modelo
educativo socio comunitario y productivo y con la finalidad de implementar el nuevo
currículo, así como del conjunto de políticas educativas, se ha diseñado un
programa de capacitación docente, el Programa de Formación Continua (PROFOCOM),[40]
el mismo que tiene un carácter obligatorio para todos los docentes y que tiene
por finalidad impulsar los cambios educativos que plantea la ASEP, que según,
María Talavera ha recibido una fuerte herencia de la 1565, en cuanto a
fundamento teórico educativo y problemáticas abordadas por la abrogada ley. El
lugar que ocupa la actualización docente es relevante, allá los docentes conocen
las corrientes pedagógicas en boga, nuevas tecnologías para la educación,
sistemas de evaluación y autoevaluación. Parte de aquello es la publicación de
la colección pedagógica plurinacional, serie clásicos que aporta al
pensamiento, la serie histórica los eventos significativos, serie revolución educativa
aportes teóricos sobre los pilares de la ley educativa e incluso la dotación de
laptops que hacen que los nuevos docente se acojan a las necesidades de
enseñanza que tienen hoy los estudiantes de la era digital.
Respecto
a la metodología que implementa el modelo educativo socio-comunitario,
productivo, se basa en el modelo socio-histórico de Vigostki, un
constructivismo colectivo-comunitario, en remplazo del constructivismo
bio-genético de Piaget y en la doctrina educativa de la iglesia, que según
Gregorio Iriarte, responde al saber, saber hacer, decidir. Sistema
educativo que se sustenta en: Saberes y conocimientos generados por la
experiencia pedagógica de Warisata, fundamento principal, única y nuclearizada
e integrada. Las propuestas psicológicas y pedagógicas posmodernas, fundamento
teórico con bases ideológicas y practica descolonizadora, liberadora, sin
discriminación en lo económico, político, social y cultural. El modelo
educativo fundamentalmente se desarrolla en propuestas descolonizadoras, comunitarias,
interculturales y productivas.
Ya
van cinco años de promulgada la ley 070 a la fecha los resultados son efímeros.
Es bueno anotar que por lo que se puede ver en medios de comunicación, en actos
del mismo gobierno, estos últimos años se ha construido y refaccionado mucha
infraestructura educativa, a lo largo y ancho del país, a través del bono
Juancito Pinto como incentivo para eliminar el ausentismo y la deserción
escolar, se ha logrado significativos datos de cobertura educativa, así como
los programas de alfabetización y post-alfabetización de bastante éxito, que
han logrado declarar zonas libres de analfabetismo. Esta historia de la
educación, que intenta comprender el proceso más que juzgar, nos muestra que en
Bolivia, se viven procesos de cambio educativo alentadores, aunque siempre, en
una sociedad pobre, seguirán faltando recursos humanos y materiales para
alcanzar significativos impactos sociales
que eleven los indicadores de desarrollo humano.
Conclusiones
Dos
reformas educativas a principios del siglo XXI el paradigma constructivista individualista
y el paradigma constructivista comunitario productivo, respondiendo el primero
al modelo neoliberal y el segundo al socialismo comunitario. El primero ya
tenía un fuerte contenido cultural, bilingüe, y la única diferencia con la
segunda experiencia es, que ya esta última se halla constitucionalizada en la
nueva constitución política el Estado Plurinacional y se consolida como un
sistema educativo más inclusivo.
A
nivel técnico pedagógico, respecto al uso de nuevas técnicas de
enseñanza-aprendizaje, renovando estrategias, dinámicas e instrumentos de
evaluación la nueva Ley Avelino
Siñani-Elizardo Pérez ha quedado corta, los maestros pese al PROFOCOM,
siguen aplicando métodos conductistas y constructivistas practicados en las
décadas anteriores.
Muchos
de los fracasos educativos se deben a tres factores base: el primero, la baja
remuneración que reciben los docentes al no estar empleados las ocho horas de
trabajo, teniendo que enfrentar otras estrategias de llenar la canasta familiar;
el segundo, el bajo control que ejercen los técnicos del Ministerio de Educación,
por ejemplo en el área rural, y el fracaso de procesos de evaluación docente;
el tercero, se debe a la distancia que existe entre los ciclos educativos,
primaria, secundaria y superior, que tiene como resultado, bachilleres
confundidos a la hora de decidir por una profesión e inseguros de contar con
competencias adecuadas para encarar procesos educativos complejos.
[1] Louis Althousser, "Ideologías
y aparatos ideológicos del Estado", en La
filosofía como arma de la Revolución, México, Cuadernos de Pasado y Presente,
1976; Antonio Gramsci, Cuadernos de la cárcel;
Pierre Bordieu, Campo de poder, capital
simbólico.
[2] Antonio Gramsci, “Observaciones sobre la escuela:
para la búsqueda del principio educativo”, (1932) www. colectivogramsci,wordpress.com .
[3] Pierre Bordieu, Campo de poder, campo intelectual,
itinerario de un concepto, Tucumán, Montressor, 1980.
[4] René Arze, La participación popular en la independencia,
La Paz, Quipus, 1985.
[5] Greby U. Rioja Montaño, Ciudadanía y políticas educativas en
Bolivia, durante el siglo XIX. Historia de la Educación Boliviana, entre 1825 y
1900, Cochabamba, Universidad Militar Mariscal Bernardino Bilbao Rioja,
2012. p. 166
[6] Ibid. p. 25
[7] Cesar Chávez Taborga, Sentido y formas de una obra pedagógica,
La Paz, SIGNO, 1995. p. 23
[8] René Zavaleta Mercado, Clases y conocimiento, La Paz, Los
Amigos del Libro, 1980.
[9] Alvaro García Linera, Las empresas del Estado: Patrimonio
colectivo del pueblo boliviano, La Paz, Vicepresidencia del Estado
Plurinacional, 2011. p. 43
[10] Greby U. Rioja Montaño, Ciudadanía y políticas educativas en Bolivia… El autor hace referencia al Decreto Supremo
de Simón Bolívar del 11 de diciembre de 1825 que consta de 17 artículos que
originan la educación formal y gubernamental.
[11] Cristóbal Suarez Arnéz, Historia de la Educación Boliviana, La
Paz, Editorial Don Bosco, 1986. p. 20
[12] Esther Ayllón, Raúl
Calderón y María Luisa Talavera (Comps.),
A cien años de la fundación de la
Escuela Nacional de Maestros de Sucre (1909), La Paz, Carrera de Historia UMSA,
2009.
[13] Esteban Ticona,
“Educación, Política y descolonización en Leandro Nina Quispe”, en Jorge Viaña
y otros, Interculturalidad crítica y
descolonización, La Paz, Convenio Andrés Bello, 2009.
[14] Elizardo Pérez, Warisata la escuela Ayllu, La Paz, 1962;
Alí Ramón Rojas Olaya, La pedagogía del adobe.
La Paz, GIDEM/Convenio Andrés Bello, 2011.
[15] Elizardo Pérez, Warisata… p. 81
[16] Roberto Choque Canqui y
Cristina Quisbert Quispe, La educación
indigenal en Bolivia, La Paz, Unih-Pakaxa, 2006.
[17] Samuel Antonio Chávez, Pedagogía de la salvación: Un estudio
histórico sobre el aporte de la educación adventista en la vida del indígena
aymara de Rosario 1920-1930, Cochabamba, Nuevo Tiempo de Bolivia, 2013.
[18] Carlos Mamani Condori, La reforma en la Educación de 1955, La
Paz, Ministerio de Educación, 2013.
[19] Paulo de Tarso, Educación y cambio social, La Paz, Ministerio
de Educación, 1970.
[20] Véase, Ximena Martínez
Lazo, Análisis de los postulados del
primer Congreso Pedagógico Nacional de 1970, Tesis de profesionalización,
La Paz, Instituto Normal Superior Simón Bolívar, administración UMSA, 2004.
[21] Víctor Hugo Cárdenas,
"Apuntes sobre la Reforma Educativo", en Reflexiones sobre la Ley de Reforma Educativa, La Paz, ILDIS Foro
Económico 35, 1994.
[22] Véase, José Antonio Blanco
Condori, El servicio nacional de
alfabetización y educación popular SENALEP, como pionero de la educación
intercultural bilingüe en La Paz 1983-1986, Tesis de profesionalización, La
Paz, Instituto Normal Superior Simón Bolívar, administración UMSA, 2005.
[24] Este fue el paquete de
leyes de segunda generación que implementaron los gestores del neoliberalismo:
La ley 1544 de capitalización, (21 de marzo de 1994), la ley 1551 de
participación popular (20 de abril de
1994), la ley 1654, de descentralización administrativa del (28 de julio de 1995), la ley 1715 del Instituto
Nacional de Reforma Agraria (18 de
octubre de 1996).
[25] Víctor Hugo Cárdenas, "Apuntes
sobre la Reforma…"
[26] Enrique Ipiña Melgar, “Cien
años de reformas educativas: 1910-2010”, en Estudios Bolivianos Nº 18,
pp. 15-34, .http://www.revistasbolivianas.org.bo/scielo. 2013.
[27] Elvira Arnal y otros, Haciendo la Reforma, p. 19
[28] Véase Xavier Albó y
Anaya, Niños alegres, libres, expresivos.
La audacia de la educación intercultural bilingüe en Bolivia, La Paz,
UNICEF/CIPCA, 2003; Manuel Contreras y María Luisa Talavera, Examen parcial. La reforma educativa
Boliviana 1992-2002, La Paz, PIB, 2005.
[29] Fernando Garcés, De la interculturalidad como armónica
relación de diversos a una interculturalidad politizada, pp. 30-31.
[30] Ibid. p. 33
[31] Blanca Gómez de Aranda, Didáctica
de la historia, La Paz, CIMA, 2005.
[32] Véase el tema de la
mercantilización de la educación superior en la década del 90 en, Gustavo
Rodríguez Ostría y Crista Weise Vargas, “La educación Superior en Bolivia: el
Espejo del Vampiro”, en Opiniones y análisis. Reforma de la educación Boliviana Nº 82, La
Paz, Hans SeidStiftung eV, 2006.
[33] Felix Patzi, Etnofagia Estatal.
[34] De educación inicial, primaria,
secundaria, formación docente, alternativa, interculturalidad, participación
popular y gestión institucional.
[35] Ministerio de Educación,
Currículo base del sistema educativo
plurinacional del modelo educativo socio comunitario productivo, La Paz, Ministerio
de Educación, 2009 p. 13-14
[36] Ibid.
[37] Ibid, p.14
[38] Ley Nº 070 de la Educación Boliviana, Avelino
Siñani- Elizardo Pérez(ASEP), La Asamblea Legislativa Plurinacional, 2010.
[39] Constitución Política del Estado Plurinacional 2009, elaborado en
la Asamblea constituyente de 2005 hasta 2009, aprobado por el referéndum del
mismo año, promulgado por el presidente del Estado Plurinacional Evo Morales
Ayma.
[40] El
PROFOCOM es un programa de capacitación docente que se viene implementando
desde el Ministerio de Educación desde 2010-2015
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